La terapia magnética es un tratamiento por medio de la aplicación de campos magnéticos (imanes) en forma local o general, su uso puede ser curativo o preventivo y principalmente se emplea para aliviar dolores. La teoría básica es el uso de ondas magnéticas que atraviesan los tejidos, estas llegan a nuestros órganos internos y a nuestro sistema circulatorio, equilibrando la energía general del cuerpo y logrando una activación de las funciones orgánicas naturales de éste.

Tiene la ventaja de ser autoaplicable, no invasiva y sin efectos secundarios. Se ha observado que mediante la terapia magnética muchas personas encuentran una solución a dolencias que no habían podido sanar por largo tiempo, adicionalmente se logra regular el metabolismo del organismo así como el potencial de hidrógeno.

Entre los principales beneficios se destaca el incremento de la circulación, energizando y oxigenando la sangre, lo que a su vez, estimula el proceso natural de sanación del cuerpo. Su amplio rango de aplicaciones abarca tratamiento para la artritis, daños al sistema nervioso, síndrome del túnel carpiano, dolores por fracturas y las tan comunes y molestas jaquecas. Recientemente en las últimas conferencias, se han presentado progresos en el tratamiento de la fibromialgia y en el desorden del déficit atencional, inclusive esta terapia ha sido exitosa tratando los síntomas del estrés.